lunes, 18 de agosto de 2008

Esos pequeños detalles

Pues sí, parece ser que en este mundo de grandes cosas como rascacielos infinitos, compañías que poseen billones y famosos que gastan más en cocaína que en luz, lo que realmente importan son los pequeños detalles, qué cosas. Siempre he sabido cuando algo es realmente importante, al menos claro está, para mí. He sabido apreciar más el abrazo sincero de un amigo, que un favor económico, un toque de alguien a quien no ves hace años como diciendo: ¿cómo estás? que una llamada por compromiso, un beso espontáneo que un polvo por despecho, así de fácil.

En cuanto nos empieza a decepcionar más el hecho de que nuestro equipo de fútbol ha perdido que aquellas 2 ó 3 malas palabras que tuvimos hace tiempo con una persona especial, es cuando empezamos a deshumanizarnos. Hoy en día la mayoría de la gente, por desgracia, siente y vive así, valorando más ver un programa de mierda en la tele en el que todos hablan al tuntún, se insultan y casi se arrancan la lengua -lo cual me recuerda a "Rebelión en la granja" de George Orwell, qué gran libro - que irse de jarras con un amigo de toda la vida, aunque sea para hablar de las últimas noches con poco espacio en la cama.

El mundo está cambiando, sí, pero para mal. Por lo menos me queda la esperanza de saber que somos muchos los que sentimos y vemos la vida así aunque por desgracia y si las cosas no cambian pronto - no hay mas que ver las nuevas generaciones que vienen - cada vez seremos menos, y hay que saber que el mundo cambiará gracias a los pequeños detalles, esos pequeños detalles tan importantes como tú y yo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La gente no va a mejor ni a peor, siempre es igual. De la juventud se quejaban en la grecia clásica y aún seguimos haciéndolo.

Albertucho dijo...

De acuerdo que siempre nos hemos quejado de la juventud, es algo normal teniendo en cuenta que las personas van madurando con los años y ven las cosas de otra forma, pero es innegable que conforme pasa el tiempo, cada vez mas gente hace girar sus vidas en torno a un conjunto de banalidades que nada tienen que ver con los valores que, por ejemplo, había en la Grecia clásica, ¿no te parece? Bien es cierto que los valores cambian, pero me da la sensación de que lo hacen en la dirección equivocada. Sea como sea me alegro de que me sigas leyendo, Saludos!

Osica dijo...

Te lo he dicho antes, pero pienso igual. De hecho, me encanta siempre buscar esa manera de sacarle una sonrisa a una amiga o un amigo que está pocho. Si a mí me encanta que me lo hagan ¿por qué no hacerlo yo con los demás?

Pero todo el mundo no es así, la mayoría va a su bola y no comprenden que lo importante no es demostrarte las cosas con dinero, regalos... sino con abrazos, ánimos y ofreciéndose a escucharte cuando lo necesites.

Ahora todo es muchísimo más superficial. Las discotecas revientan todos los fines de semana de gente que sólo busca tirarse a alguien y fuera. Total, ¿de qué van a hablar? ¿de libros? ¿de cine? ¿de tecnología (el 'mira que wapo compae er movi nuevo que me he agensiao abeh' no vale xD)?

No sé por qué, pero el mundo cada día me recuerda más a Pinocho (yo y Disney... :$), cuando se empiezan a convertir todos en borregos... lo único que importa es tener pasta y reírse los unos de los otros.

¡Yyyyyy vivan los comentarios tochos!

PD: Me voy a releer "Rebelión en la granja", que lo tenía pendiente jejeje ^^

Milagros Salamanca dijo...

Me encanta tu blog.
Y sobre este post en concreto quiero decir que sí, que la gente siempre se ha quejado de la juventud, quizá porque somos los que intentamos pensar y cambiar algunas cosas, cuando vamos creciendo nos adaptamos al cruel destino, y entonces nos quejamos de los que vienen detrás; pero es innegable que los valores han cambiado y (que como ya te he dicho) mi madre se casó virgen pero mi sobrina ya no lo es, aquí hay un cambio claro. En fin, que luego diré más cosas que estoy cansada. Buenas noches.

Anónimo dijo...

Yo pa mi que siempre ha sido es y será igual. La mayoría son unos borregos, como en pinocho, por cierto ¿en que año se escribió Pinocho?

PD: Tenemos la impresión de q en la época clásica habían muchos valores, lo q sabemos de entonces es por lo q está escrito, y los borregos no escribían mucho.

Saluos

Pau dijo...

Buenos dias... estoy sobado y con el puto tictac del reloj recordándome lo tarde que llego a todos sitios, pero tu post me ha arrancado una sonrisa.

Te debo un comment, a ver si esta noche...

Ale, a chuparla chato, xxoo.

Pau dijo...

Pequeños detalles.

Sonrisas que atraviesan cristales de autobús.

Contar las rayas blancas de los pasos de cebra.

Mensajes en blanco.

Notas musicales entrelazadas y asonantes.

Frases hechas con singnificados ocultos.

Ruidos, aplausos, caricias, besos, empujones y polvos en los portales...

La vida no es más que una sucesión de eso, de pequeños detalles; detalles que, sin saberlo, confabulan un plan maestro urdido en el principio de ls tiempos inciertos, cuando "sí" todavía era "sí", y "no" quría decir "no".

Hoy por hoy "no" es una función variable, negativamente autocorrelacionada, con la cantidad de ceros que tenga tu cuenta coriente... es una pena, tanto gilipollas y tan pocas balas.

Continua escribiendo, sirve para limpiarse.